CEV advierte que reciente sentencia del TSJ desnaturaliza el Matrimonio y desestabiliza la Familia

Caracas.- A través de un comunicado, la Comisión de Familia e Infancia de la Conferencia  Episcopal Venezolana expresó su preocupación por la sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia Nro.693/2015, en la que se establece un trámite simplificado de divorcio por mutuo consentimiento, sin otra condición.

Considera el episcopado venezolano que

“los fundamentos teóricos de la sentencia anuncian una jurisprudencia que puede desmontar a mediano plazo la protección jurídica de la familia y del matrimonio como hoy los entendemos y como postulan nuestras ancestrales convicciones”.

Lo cual

“desnaturaliza el Matrimonio y desestabiliza la Familia y resta importancia al matrimonio como base natural de la Familia”.

En el escrito, la Comisión episcopal de Familia enfatiza que “la Iglesia anuncia, promueve, protege y defiende el Matrimonio constituido por un varón y una mujer y la familia formada, como lo señala la experiencia, el sentido común y las tradiciones milenarias en las culturas. El matrimonio es así la base natural de la familia. Nuestra Constitución en los Artículos 75 y 77 recoge este espíritu. Es patrimonio de todos y del cristianismo considerar a la familia como sagrada. Ella es lugar de respeto, armonía y paz; es promotora de ciudadanía, escuela de lealtad y compromiso, sólo allí se respeta plenamente la dignidad
de los niños y jóvenes”.

Se hace un llamado en el sentido de que

“el Matrimonio y la Familia deben ser respetados en su propia naturaleza. En la actualidad ambos están amenazados por grupos de presión sobre legisladores, empresarios, comunicadores, etc. Ante esta realidad afirmamos que la familia como don de Dios a la humanidad, es el mejor bien que puede tener cada persona  y por tanto camino para el bien común de la sociedad”.

Para concluir, la Comisión de Familia e Infancia de la Conferencia Episcopal Venezolana alienta

“a los creyentes y a los hombres y mujeres de buena voluntad, a trabajar y a comprometerse en difundir, explicar y mostrar la belleza de la familia y el matrimonio según el Plan de Dios. Hay muchos medios además del testimonio. Hay que pedirle a Dios que seamos diligentes en esta tarea para que la creatividad invente maneras de proclamar el plan amoroso de Dios sobre el matrimonio y la familia y para que responsablemente las llevemos a la práctica en nuestras vidas”.