La tarde del 23 de junio se llevó a cabo un encuentro “on line” entre la Pontificia Academia para la Vida, el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y los representantes de las Conferencias Episcopales del norte de América Latina, Colombia-Centroamérica, Cuba y México para profundizar acerca del tema de la pandemia y su relativo Documento
Davide Dionisi – Vatican News
«Pandemia y Fraternidad Universal», el Documento de la Pontificia Academia para la Vida sobre la emergencia de COVID-19, estuvo en el centro del encuentro (on line) que se celebró la tarde del 23 de junio entre esta misma Pontificia Academia, el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y los representantes de las Conferencias Episcopales del norte de América Latina (Colombia-Centroamérica, Cuba y México).
La salud como bien público
«Nos interesa un diálogo sobre los problemas de salud y el bien común y esto es un primer paso para salvar vidas humanas: la salud como bien público», explicaron los representantes de los Episcopados. Por su parte, Monseñor Vincenzo Paglia, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, reconstruyó las etapas más importantes que han marcado la actividad del organismo pontificio:
Humana communitas en la era de la pandemia
«La Academia ha publicado una primera Nota, titulada Pandemia y Fraternidad Universal el 30 de marzo», dijo Monseñor Paglia y añadió que «en los próximos días saldrá un segundo documento, dedicado específicamente al tema de la Salud Pública, Humana communitas en la era de la pandemia: reflexiones sobre el renacimiento de la vida».
Cambio de época
El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida anticipó asimismo que «se está trabajando en un texto sobre los ancianos, que han sido y siguen siendo las víctimas más numerosas de la pandemia». Estos textos se entregarán a la reflexión de todos para ayudarnos a entender el significado de lo que está sucediendo en el mundo hoy en día. Y añadió que se dan cuenta de lo oportuna que es la afirmación del Papa Francisco, aclarando que: «No estamos en una época de cambios, sino de cambio de época. No cabe duda de que todo el horizonte de la atención médica debe ser repensado, tanto a nivel regional como internacional».
Además, para el Arzobispo, «el Texto del 30 de marzo subraya dos conclusiones decisivas. La primera se refiere al acceso universal a las mejores oportunidades de prevención, diagnóstico y tratamiento, que no deben reservarse sólo para unos pocos afortunados. Y la distribución de una vacuna, tan pronto como esté disponible en el futuro, que será un importante caso de prueba”.
“La segunda conclusión se refiere a la definición de la investigación científica responsable”
“Lo que está en juego – dijo – es complejo y abarca varias áreas, desde la integridad de la investigación científica hasta su libertad con respecto a cuestiones de beneficio económico. En este contexto, se pide que se replanteen las instituciones internacionales relacionadas con la salud de todos los miembros de la familia humana que viven en la casa común, que es el planeta».
En el curso del foro, el sociólogo Gianni Tognoni, denunció la «fragmentariedad” de las respuestas de los gobiernos y de los científicos frente a la crisis, mientras Monseñor Héctor Fabio Henao (de Caritas Colombia) volvió a referirse a la gravedad de la actual crisis ambiental y su impacto en la salud.
Monseñor Carlos Garfias (de México) insistió en la solidaridad y en las respuestas que la Iglesia puede ofrecer a las poblaciones perdidas. También para Monseñor Alfonso Miranda (de México), generar esperanza y dar respuestas concretas es fundamental frente a la crisis laboral y social provocada por la pandemia.
Por su parte, Monseñor Elkin Álvarez habló de la grave «desarticulación de las instituciones» y de la falta de respuestas frente a las necesidades de la población de Colombia. En conclusión, se pidió a la Pontificia Academia para la Vida que acompañe la reflexión de la Iglesia en América Latina para asegurar que la misma Iglesia sea capaz de generar esperanza y solidaridad. A la vez que Monseñor Paglia reiteró:
“Necesitamos reformas del sistema de salud, pero sobre todo un cambio decisivo hacia una civilización del amor, de la solidaridad, y de la fraternidad”
Nota Vatican News
24 de junio del 2020