EVANGELIO DEL DÍA JUEVES 16 DE MAYO DEL 2019

 

Juan 13,16-20:“Cuando Jesús terminó de lavar los pies a sus discípulos les dijo:«En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: “El que compartía mi pan me ha traicionado”. Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy.En verdad, en verdad os digo: el que recibe a quien yo envíe me recibe a mí; y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado».

  Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

La Iglesia universal celebra hoy la fiesta, entre otros santos, en honor a Santa Margarita de Cortona, nació en Italia en 1247.y murió el 22 de febrero de 1297, a los 50 años. Fue una franciscana de la Tercera Orden. Canonizada en 1728. La mitad de la vida la pasó en pecado y la otra mitad haciendo penitencia y obras buenas. Lo último que dijo al morir fue: «Dios mío: yo te amo». El Papa Benedicto Trece, al declararla santa, dijo que Margarita es la mujer que más parecido tiene con María Magdalena.

Y la liturgia del día nos presenta el Evangelio de Jesucristo, según San Juancapítulo13, verso16al verso20. Este relato se encuentra en la sección del libro de las horas. La hora es algo deseado y positivo. Es la hora de la humildad y servicio a los suyos. Con el lavado de los pies el Señor y Maestro les ha dado una lección de cómo actuar en la comunidad cristiana.

«Yo soy el Enviado», dice el Señor. Al terminar de lavar los pies de sus discípulos, cuando ya se cernía sobre Él la sombra de la traición, JESÚS da un paso al frente y pronuncia unas palabras de confianza para con sus amigos que, en realidad, son una profunda y sincera confesión personal. Humanamente, todo parecía nublarse sin remedio. Aunque solo uno de ellos fuera a venderlo, casi todos iban a abandonarlo. Y la terrible idea de saberse ninguneado por aquellos a quienes tanto quería podría haber torcido su discurso o violentado sus gestos. Pero no. Él volvió a llamarlos y a enviarlos. Volvió a confiar y a confiarse. Y, al hacerlo, se manifestó de nuevo ante el mundo como el Enviado del Padre convertido en Siervo de todos los hombres.

El servicio de JESÚS, como su AMOR no tiene límite. Él sabe que en el servicio hay una felicidad profunda que no se alcanza en el disfrute egoísta de los bienes.Su AMOR alcanza a todos, no se hecha para atrás ante los obstáculos, aunque en ello se le vaya la vida, La mente humana es incapaz de entender este gesto en su real significado. Pero como dice San Pablo, el Espíritu viene en nuestra ayuda, para que aprendamos que JESÚS vivió rompiendo barreras y superando todo resentimiento y prejuicio humano.

Al confrontarnos con el texto, podemos entender mejor que los cristianos no actuamos movidos por una norma, sino más bien movidos por un conocimiento interior; no actuamos siguiendo una ley, sino inspirados por la Revelación personal de JESÚS. Él se hace presente en el mundo a través de sus discípulos de todos los tiempos, que Él envía a todos los pueblos de la tierra,y con su testimonio de vida hacen visible su AMORSalvador.

Por eso es que, la vida de JESÚS como don de servicio a favor de los demás debe convertirse en criterio de vida y modelo inspirador para los que nos llamamos sus discípulos. Viviendo como Jesús seremos felices, y deberíamos saber que esa es la manera correcta de cómo comportarnos, pero no basta saberlo, tenemos que ponerlo en práctica. Porque “saber” y “actuar”, como JESÚS, son características que nos acercan al Maestro, ya que el anuncio del Evangelio es un servicio que se anuncia con palabras y hechos concretos, que muestran la fuerza salvadora que mueve la misión. Y aunque nunca logremos hacerlo perfectamente, tenemos que hacer todos los esfuerzos posibles, porque el que busque servir como JESÚS será feliz en esta vida transitoria y efímera y alcanzará la felicidad eterna.

Señor JESÚS, permítenos entender fielmente el sentido de nuestra misión y de nuestra identidad cristiana que asumimos el día de nuestro bautismo y siguiendo Tos enseñanzas, pongamos nuestro granito de arena en pos de la construcción de un mundo más justo y digno de los hijos de Dios. Amén.