EVANGELIO DEL DÍA JUEVES 5 DE MAYO DEL 2016

 

    Juan 16, 16-20: “En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me verán, pero después de otro poco me volverán a ver.»  Algunos discípulos se preguntaban: «¿Qué querrá decir con eso: «Dentro de poco ya no me verán y después de otro poco me volverán a ver»? ¿Y qué significa: «Me voy al Padre»?»  Y se preguntaban: « ¿A qué se refiere ese «dentro de poco»? No entendemos lo que quiere decir.»  Jesús se dio cuenta de que querían preguntarle y les dijo: «Ustedes andan discutiendo sobre lo que les dije: Dentro de poco tiempo no me verán y después de otro poco me volverán a ver. En verdad les digo que llorarán y se lamentarán, mientras que el mundo se alegrará. Ustedes estarán apenados, pero su tristeza se convertirá en gozo”.

Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

En la última cena con los discípulos, Jesús les dirige palabras de despedida. No es una despedida de separación definitiva, sino una breve separación, pues su ausencia para los sentidos, será reemplazada por la presencia real en el corazón, en el sentimiento, en la fe.

Después del anuncio de envío del Espíritu Santo, siguiendo el evangelio de Juan, en el capítulo 16, versículos del 16 al 20, Jesús declara: “Dentro de poco ya no me verán, y dentro de otro poco me volverán a ver.” …”En verdad, en verdad les digo: que llorarán y se lamentarán, y el mundo se alegrará. Estarán tristes, pero su tristeza se transformará en alegría”.

Jesús menciona su partida, causando recelos y tristeza en los discípulos que venían experimentando las amenazas del poder religioso del Templo y de las sinagogas. Jesús los confortará con la promesa del Espíritu que es Verdad y Amor. Ahora, Jesús confirma su partida: los discípulos no lo verán más, físicamente, aunque por poco tiempo, luego lo volverán a ver.

La afirmación sobre el ver y no ver a Jesús se repite por tres veces, sin embargo, los discípulos quedan dudando de estas palabras. Percibiendo Jesús la dificultad de los discípulos en comprenderlo, se pone a explicarles. La presencia de Jesús entre los discípulos que lo aman es continua, igualmente será después de su  crucifixión.

En los momentos de mayor tribulación se tiene la sensación de que Jesús está ausente. Sin embargo, en la Fe, se encuentra la resistencia para superar estos momentos difíciles. El “permanecer” o “ir” expresan la percepción, o no, de la presencia de Jesús, y no el hecho de una ausencia.

A Felipe Jesús le preguntará: “¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?”. Jesús vuelve al Padre, y también mantiene su comunión de vida con los discípulos, haciendo su morada en aquellos que lo siguen, juntamente con el Padre y el Espíritu Santo.  La mención de ir  junto al Padre, expresa la ausencia sensible de Jesús que es a la vez presencia en la fe.

Los mismos discípulos que guardan la palabra de Jesús se vuelven morada del Padre y  del Hijo. Así lo verán dentro de  un poco de tiempo, al permanecer en él, y el Padre y él, en los discípulos.

Permanecer en Jesús, unidos en comunidad y haciendo la voluntad del Padre, es la alegría de participar de la gloria de Jesús.. Pidamos a Dios para que nuestras  vidas se desarrollen en la felicidad y en la paz, siguiendo con alegría a Jesús, en la Fe y en el desprendimiento. Amen