EVANGELIO DEL DÍA LUNES 10 DE OCTUBRE DEL 2016   

       

    Lucas 11, 29-32:“En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y él empezó a decirles: «La gente de este tiempo es gente mala. Piden una señal, pero no tendrán más señal que la señal de Jonás. Porque así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, de igual manera el Hijo del Hombre será una señal para esta generación. La reina del Sur resucitará en el día del Juicio junto con la gente de hoy, y los acusará, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí tienen ustedes mucho más que Salomón. Los habitantes de Nínive resucitarán en el día del Juicio junto con la gente de hoy, y los acusarán, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí ustedes tienen mucho más que Jonás”.

 

  Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

 

El Evangelio de hoy es Lucas, capítulo 11, versículos 29-32: Jesús expulsa un demonio mudo de un hombre. La multitud queda maravillada. Pero en medio de la multitud surge una discusión. Algunos dicen que Jesús expulsa demonios por el poder de Belcebú. Otros piden una señal para mostrar que su poder viene de Dios…  Jesús habla a la multitud diciendo: «Esta generación mala, exige una señal y no se le concederá otra señal, sino la señal de Jonás. Así como Jonás fue señal a los ninivitas, también lo será el hijo de hombre para esta generación…Porque aquí hay uno que es más que Jonás”

A lo largo de la historia de la salvación y del caminar del pueblo de Israel en el Antiguo Testamento, Dios se comunicó y se reveló a los hombres de diferentes maneras y a través de diferentes personas: profetas, reyes, jueces y pastores. Estas manifestaciones del Antiguo Testamento alcanzan su perfección en la encarnación de Jesús.

Sin embargo, los hombres no buscan la perfección de la propia fe. Y sin la correspondencia humana, los signos sembrados por Dios que pueden conducir a los hombres a la salvación, se hacen ineficaces e incluso llegan a ser insignificante. Por lo que puede decirse que el hombre se ha cerrado al amor de Dios.

Al final del texto relacionando dos hechos Jonás y la conversión de los ninivitas con la reina del Sur que vino desde muy lejos, sólo para escuchar Salomón, Jesús critica la incredulidad del pueblo judío advirtiendo que «este mal generación» será tratado con mayor rigor en el juicio final.

¿Quién realmente cree en Cristo y su resurrección, no necesita ningún otro «milagro» para probar la veracidad del Evangelio, la buena nueva anunciada por Él y sus discípulos. En la «señal de Jonás» culminarán todos los milagros del Evangelio. La resurrección es la mayor prueba de la victoria sobre el pecado y la muerte!

El amor misericordioso de Dios se hace presente entre nosotros y en nuestra historia con la encarnación de su Hijo. Corresponde a los cristianos para responder creativamente a los desafíos de la fe. Estamos llamados a ser fermento de liberación en el mundo moderno. Pidámosle a Dios que nos ilumine con la luz de la fe, para que podamos reconocerlo, testimoniarlo a nuestros hermanos, y que su gracia esté con nosotros. Amen.