EVANGELIO DEL DÍA LUNES 18 DE JULIO DEL 2016   

  Mateo 12, 38- 42: “En aquel tiempo, algunos maestros de la Ley y fariseos le dijeron: «Maestro, queremos verte hacer un milagro.»  Pero él contestó: «Esta raza perversa e infiel pide una señal, pero solamente se le dará la señal del profeta Jonás. Porque del mismo modo que Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así también el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches en el seno de la tierra. Los hombres de Nínive resucitarán en el día del juicio junto con esta generación y la condenarán, porque ellos cambiaron su conducta ante la predicación de Jonás, y aquí ustedes tienen mucho más que Jonás. La reina del Sur resucitará en el día del juicio junto con los hombres de hoy, y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí ustedes tienen mucho más que Salomón”.

 

  Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

 

Una de las características de los evangelios es destacar el conflicto de Jesús con las autoridades religiosas de Israel, que veían en Él una amenaza a su prestigio y poder. Conforme al evangelio de Mateo, en el capítulo 12, versículos del 38 al 42, los escribas y fariseos piden a Jesús una señal que venga del cielo. Ellos se inspiraban en la tradición del Antiguo Testamento, donde las llamadas maravillas de Dios consistían en grandes señales de poder. Esta tradición de poder servía para dominar al pueblo humilde y sumiso, y también para intimidar a los pueblos vecinos considerados como enemigos.

Jesús, percibiendo la incredulidad oculta en los corazones de estos escribas y fariseos, les responde: “Esta generación perversa y adúltera busca una señal, pero no se les dará ninguna señal, a no ser la señal del profeta Jonás. Así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de la ballena, así también el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches en el vientre de la tierra.”

Jesús continúa hablando, y utiliza su propia tradición frente a  estos jefes de Israel, refiriéndose a los habitantes de Nínive, pueblo gentil, que se convirtieron con la predicación de Jonás, y también menciona a la reina de Saba, también del Pueblo gentil, la cual reconoció la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno más grande que Salomón.

Jesús, afirma que, en el día del juicio, estos gentiles se levantaran y condenaran a esta generación de escribas y fariseos que no se convierten con el mensaje de Jesús. Así, de manera contundente, Jesús presenta a los gentiles, representados por los ninivitas y por la reina de Saba, como más disponibles a acogerlo que a las élites religiosas de las sinagogas y del Templo.

Las señales de Jesús como revelación de Dios no están en acciones espectaculares y espantosas, si no, en su amor y misericordia con la que se relaciona con las personas, principalmente las más humildes.

El fruto del amor es el despertar de la vida, en la práctica de la justicia, de la fraternidad, y de la paz. Quedan así, eliminadas la opresión y la violencia, consecuencias de la injusticia que favorece el enriquecimiento ilícito de los poderosos de este mundo.

Pidámosle a Dios para que nuestra fe nos ilumine y logremos  percibir la presencia de Dios en las relaciones humanas a fin de que la vida se respetada y dignificada. Y que siguiendo a Jesús, enviado del Padre podamos servir a la causa de la vida, en el amor, y pueda convertirse esto en una señal de la presencia de Dios en el mundo. Amen.