EVANGELIO DEL DÍA VIERNES 21 DE OCTUBRE DEL 2016     

          

   Lucas 12, 54-59: “En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «Cuando ustedes ven una nube que se levanta por el poniente, inmediatamente dicen: «Va a llover», y así sucede. Y cuando sopla el viento sur, dicen: «Hará calor», y así sucede. ¡Gente superficial! Ustedes saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, y ¿cómo es que no comprenden el tiempo presente? ¿Cómo no son capaces de juzgar por ustedes mismos lo que es justo? Mientras vas donde las autoridades con tu adversario, aprovecha la caminata para reconciliarte con él, no sea que te arrastre ante el juez y el juez te entregue al carcelero, y el carcelero te encierre en la cárcel.  Yo te aseguro que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último centavo”.

 

  Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

 

En el Evangelio de Lucas, capítulo 12, versículos 54-59, Jesús censura, a sus interlocutores, la facilidad que tienen para interpretar los fenómenos inmediatos y materiales que nos rodean, pero no tenemos criterios y sensibilidad para comprender las señales de Dios. Jesús dijo a la gente: «¿Cuando ven una nube en el poniente dicen, enseguida va a llover. Y así es. Cuando vea el viento que sopla desde el sur dicen habrá calor. Y así es! Hipócritas, si saben distinguir el aspecto del cielo y de la tierra: ¿cómo, pues no saben ustedes mismos que se debe hacer?”

¿Somos capaces de leer e interpretar los signos de la atmósfera y las nubes, y no tenemos criterios para juzgar y distinguir entre lo que nos conviene y lo que no nos conviene? ¿Por qué no juzgamos por nosotros mismos lo que es bueno y justo?

La primera parte de este texto, es una invitación a aprender a reconocer los signos del tiempo mesiánico en el ministerio de Jesús, y en los ministerios de la Iglesia. La segunda parte (versos 57-59) muestra que todo esto se hace en favor del juicio: «Antes de presentarnos ante el juez debemos hacer las paces con los enemigos.”

El Concilio Vaticano II enseña que «La Iglesia tiene el deber de escrutar los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio, de modo que pueda responder de una manera autentica a cada generación, las preguntas sobre el sentido de la vida «(GS n. 4).

Recordando la oración de Jesús que alaba y da gracias a Dios que no reveló estas cosas a los sabios y entendidos, creo que en el mundo de hoy son muy presumidos y autosuficientes… Nos falta la sabiduría y la mirada de los pequeños. Sólo entonces podemos ver las maravillas de Dios!

El amor de Dios se manifiesta de forma permanente en la sociedad y en la vida de cada persona. Desde la encarnación de Jesús, Dios se hizo visible y presente entre nosotros. Sin embargo, estamos tan acostumbrados a ver el mundo e interpretar los acontecimientos del mundo por el ojo de la tecnología y de los intereses inmediatos que sin darnos cuenta perdemos los ojos de la fe.

Pidamos al Espírito Santo que nos ilumine y ayude a reconocer los signos que nos conducen por el camino que nos lleva al Padre.  Y que a lo largo de este día la luz del Espíritu Santo ilumine nuestros ojos, para que podamos ver y reconocer las acciones del amor de Dios en todo lo que nos rodea. Amen.