EVANGELIO DEL DÍA VIERNES 29 DE JULIO DEL 2016  

  

 

  Juan 11, 19-27: “En aquel tiempo,muchos judíos habían ido a la casa de Marta y de María para consolarlas por la muerte de su hermano. Apenas Marta supo que Jesús llegaba, salió a su encuentro, mientras María permanecía en casa. Marta dijo a Jesús: «Si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero aun así, yo sé que puedes pedir a Dios cualquier cosa, y Dios te lo concederá.» Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.» Marta respondió: «Ya sé que será resucitado en la resurrección de los muertos, en el último día.» Le dijo Jesús: «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. El que vive, el que cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?» Ella contestó: «Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”.

 

Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

 

Hoy, en la liturgia diaria, tenemos la memoria de Santa Marta, hermana de María y de Lázaro. En el evangelio de Juan encontramos dos menciones a Marta: en la lectura de hoy y en el relato de la cena en Betania, seis días antes de la última cena de Jesús con los apóstoles. En el evangelio de Lucas tenemos una única mención a ella, es la cena en la que, con su hermana María, recibe a Jesús en su casa, en Betania.

En la lectura de hoy, capítulo 11, versículos del 19 al 27, de su evangelio, Juan nos narra que luego de la muerte de Lázaro, en Betania, Jesús se dirige hacia allá. Cuando Marta se entera de que Jesús viene, Ella sale a su encuentro y le dice: “Señor, se hubieras estado aquí, mi Hermano Lázaro no habría muerto. Pero yo sé que lo que tu pidas a Dios, él te lo concederá”. Jesús le responde: “Tu Hermano resucitará”. Marta le dice: “Si yo lo sé, Señor, Él va a resucitar en la resurrección final, en el último día”.

Jesús, entonces, afirma: “Yo soy la resurrección y la vida. Quien cree en mí, aunque haya muerto, vivirá. Y todo aquel que cree en mí, no morirá para siempre…” En seguida, Jesús se dirige al sepulcro donde estaba Lázaro enterrado desde hacía cuatro días.

En este relato del evangelio de Juan, Marta, se dirige a Jesús, de inicio reafirma su fe judía en la resurrección del último día. En respuesta, Jesús le revela su novedad: “Yo soy la resurrección y la vida… todo aquel que cree en mí, no morirá para siempre”.

En la resurrección de Lázaro podemos percibir el don de la vida eterna, para aquellos que creen en Jesús. Creer en Jesús es acoger su palabra y seguir su ejemplo, en la práctica del amor, cumpliendo la voluntad del Padre que quiere la vida plena para todos.

La resurrección es la comunión con la vida de Dios, la cual es dada por Jesús a todo aquel que cree en él, ya ahora en esta vida.  Así, en comunión con los hermanos y con Jesús, estamos participando de la vida divina, en la comunión con Dios, en el día a día, ejercitando la misericordia, la acogida, la justicia, y construyendo la paz.

La comunidad que cree en Jesús y vive su misión de amor, ya que  es la comunidad de aquellos que transformados, están insertos en la vida eterna y llevan una vida nueva en Cristo.Dios, Padre, nos envió a su hijo, Jesús, para comunicarnos su vida divina, en la vivencia del amor, pidamos a Dios la fortaleza necesaria para con nuestro testimonio Jesús siga comunicando vida a todos aquellos que nos rodean. Amen.