El año pasado los Reyes Magos dijeron que no vendrían a Venezuela, no sólo por razón de la inseguridad, ¡3 tipos en camellos por ahí con oro! ¡Atraco seguro! ¿Incienso? Para qué, hay que hay demasiados aduladores sueltos, y mirra, ¿eso para qué sirve? Nadie valora lo que no conoce. Había otra razón:
los Reyes consideraban que ya habían dado demasiado a los venezolanos, ahora les tocaba poner a valer su inteligencia para resolver los problemas. Pero decidieron venir este año.
Mandaron a sus corresponsales, y reunieron con consultores – maestros de zonas populares, niños, pacientes de hospitales, gente que vive en “colas” – y vieron que urgían regalos para este país. Veamos el paquete.
Primer regalo: “Hay que regalarles otra mirada, la de 3D: ampliada, desprejuiciada y amorosa” dijeron. “Los venezolanos tienen que cambiar su mirada, dejarse de inmediatismos, mirar más allá, por eso lo de ampliada; deben descubrir que para resolver los problemas hay que desprejuiciarse, sentarse con los que piensan distinto; y amorosa, aunque suene cursi, pero deben comprenderse y valorarse”, y continuaron los Reyes con sus argumentos. Dijeron que hay mucha gente buena en Venezuela, pero están tan ofuscados con lo cotidiano – en dejar y recoger billetes, por ejemplo – que no se ven unos a otros. No es verdad que “todo está perdido”.
Segundo regalo: espejos, “No para más mises –dijeron – sino para que se vean a sí mismos y puedan, por un alado pueden reproducir sonrisas – necesarias para animarse – y además, decirse verdades, como dice el Padre Peraza, para que vean lo feo que es estar criticando al que hace y quedarse sentados mandando tuits, y de paso pongan el espejo hacia otros que si hacen, aunque no estén coordinados.” Con la mirada en 3D y los espejos podrán ver a Feliciano y su gente trabajar sin descanso por los enfermos de SIDA, por ejemplo, o a ese montón de maestros que los atracan yendo a sus escuelas y no renuncian, o los que no parecen cansarse de luchar por los presos por pensar distinto.
Tercer regalo: las dos Ps, ponderación y perseverancia. “En Venezuela se han cometido muchos errores, por eso llevarle un poco de ponderación, esto es: peso y cuidado con lo que se dice o hace algo. Necesario tanto para el gobierno como para los que quieren cambiar la situación. Si hubiese ponderación el gobierno no habría inventado la nueva versión de Monopolio: todos corriendo con unos billete y un juego sin reglas; los otros no propondrían acciones alocadas”. Perseverancia. “los camellos van lentamente pero no se paran hasta llegar a la meta”.
Me alegro de estos regalos necesarios porque ya oro no necesitamos, tenemos y ha servido para poco. Mejor espejos “detectores de verdades”, mejor tener mirada limpia que nos haga ver realidades y no generalidades, mejor alimentar cada día la ponderación y la perseverancia. Seguro que el reparto será sin discriminación como es el de los CLAPS.