“Mi hijo mayor no pudo hacer preescolar, entonces entró aprimer grado con muchas deficiencias. Yo le había enseñado a contar y algunas cosas, y estaba contenta. Un día me llamó la psicóloga del colegio y me enseñó un dibujo.¡A mí me pareció horrible, parecía un transformer de esos de las comiquitas. Mi asombro fue cuando ella me dijo que la del dibujo era yo!” Todas nos echamos a reír, también Marjorie. Después aclararía que su hijo mejoró notablemente su motricidad y los “retratos” dela madre también, pero aún guarda la hojita con su dibujo.
Me quedó en la cabeza la imagen de “madres transformer”. Jamás he visto la película ni la comiquita, pero se supone que es algo o alguien que se transforma, que se convierte en algo distinto, y eso es lo ha ido pasando con Marjorie que está dando sus primeros pasos como Madre Promotora de Paz (MPP) del estado Aragua. “Yo era muy violenta, lo reconozco. A mis hijos los quería corregir a golpes y a gritos, porque eso era lo que yo había aprendido, pero estoy haciendo esfuerzo por resolver losproblemas por vías pacíficas: respirar profundo, contar hasta diez, relajarme antes de hablar con ellos”. Si, se nota que se está transformando, y su historia no es la única.
Rosa, también del grupo nuevo de MPP de Maracay, confesó que no estaba llevando bien la situación de suhija pequeña, que no acepta a su maestra suplente, “Yo la regaño yla regaño. Ahora creo que debo comprenderla y hablarle de otra manera. Estoy dispuesta a cambiar de actitud”, y así varias fueron contando sus transformaciones. “Yo perdoné por fin al padre de mishijos, que me dejó sola con esos muchachos, he tenido que trabajar muy duro, pero lo perdoné y ahora podemos hablar sin pelear”, dijo Nelly de Cagua.
Podría llenar varias cuartillas con testimonios de los cambios de esas madres que viven en entornos muy violentos, que han tenido infancia y adolescencia difíciles, pero que se dan una oportunidad de“hacer las paces”, primero con ellas mismas y luego con su familia Son ten generosas que unas cuantas deciden poner a trabajar por la paz escolar y hasta de la comunidad. Con cada grupo me impacta, primero, las anécdotas de la violencia que han vivido y las que están viviendo – por ejemplo, “pranes” mandando hasta en las colas, es de las cosas que no puedo ver como normal- y luego me admiro al ver la disposición al cambio y la decisión de parar la violencia y promover la paz.
No hay duda, la no-violencia no es para cobardes, es para valientes. Andar por una comunidad en entre balas que encuentran víctimas, requiere valor. Insistir en vías pacíficas para resolver diferencias, requiere valor. Aceptar que se ha fallado y rectificar, requiere valor.
Valgan estas líneas para aplaudir a esas MPP, y para recordar a Gandhi que supo ser pacífico en medio de violentos. El 30 de enero se celebra su día. Buena falta que nos hacen sus enseñanzas siempre vigentes.