OBJETIVO: Resaltar la fe en la familia, de manera que, a pesar de las dificultades cotidianas, la defendamos de los ataques destructivos de un mundo secularizado que desestabiliza la solidez de sus bases.
ILUMINACIÓN: San Juan Pablo II decía: “Nuestro Dios, en su misterio más íntimo, no es una soledad, sino una familia, puesto que lleva en sí mismo paternidad, filiación y la esencia de la familia que es el amor. Este amor, en la familia divina, es el Espíritu Santo. La familia no es pues algo ajeno a la misma esencia divina.” (AL. 11)
INTRODUCCIÓN: Hoy día, la familia es la institución más atacada y descalificada, es un punto donde se coincide y se apoyan los gobiernos para dar curso a nuevas leyes y normativas que en pro de un “bien común” (según sus criterios); minimizando o destruyendo los pilares que estabilizan el núcleo familiar y por ende la sociedad.
DESARROLLO: Los Señores Obispos de Latinoamérica afirman en los respectivos documentos de las distintas conferencias la importancia que merece el estudio y la profundización del tema de La Familia en su contexto social y su propia realidad.
- El documento Santo Domingo: “La Iglesia anuncia con alegría y convicción la Buena Nueva sobre la familia”.
- Documento de Medellín: “La familia formadora de personas y educadora en la fe”.
- Conferencia de Puebla, México:” La familia es imagen de Dios “Dios es Familia”.
- Documento de Aparecida:” La familia es uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos y caribeños y es patrimonio de la humanidad”.
Como podemos ver el tema de la familia se encuentra entre las líneas pastorales prioritarias de la Iglesia universal, la Iglesia Latinoamericana y también en el plan de la Conferencia Episcopal Venezolana, específicamente en el Concilio Plenario de Venezuela.
Sin embargo, somos nosotros LA FAMILIA, quienes debemos estar convencidos y creer en el valor y poder que tiene la familia en el desarrollo de un país.
Cuando hablamos de creer, significa tener confianza y arriesgarse en la empresa divina en la cual Dios ocupa un lugar, y es lo que sucede a diario en la vida, es creer y confiar cuando decidimos formar una familia, por eso:
YO CREO EN LA FAMILIA porque es allí donde se construye una buena educación y formación para los hijos, ellos son el futuro de la sociedad.
(Irma Bejarano, CEV)
YO CREO EN LA FAMILIA porque la Santísima Trinidad es familia, en ella hay amor y unidad. La familia es lo más cercano que tiene el ser humano, hay valores y principios, se obtienen los primeros cuidados cuando niño y se comparten momentos bellos y también los más difíciles.
(Mons.Polito Rodríguez, Obispo Diócesis de San Carlos)
YO CREO EN LA FAMILIA porque por ser la base fundamental de la sociedad y porque desde la familia formamos nuestros valores y buenas costumbres para ser hombres y mujeres de bien.
(Evelyn Bernard, CEV)
YO CREO EN LA FAMILIA porque es un lugar donde se aprende, se crece en el amor, se valora el trabajo en unión. La familia es fundamento sólido de la sociedad.
(Pbro. Pedro Pablo Aguilar, CEV Prensa)
YO CREO EN LA FAMILIA porque es en la familia donde aprendemos a demostrar nuestros sentimientos, se desarrolla la capacidad de amar, de servir al prójimo, de ser generosos, solidarios, aprendemos a dar amor y a recibir, y nos enseñan la presencia de la disciplina, y de la corrección como canales que conducen al crecimiento y valoración de la persona.
(Esposos Santana, CEV Familia)
YO CREO EN LA FAMILIA porque es el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia. (EG.66)
YO CREO EN LA FAMILIA porque el bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia. (AL. 31)
YO CREO EN LA FAMILIA porque es la familia que Dios eligió para cada uno de nosotros y por lo tanto debemos aceptarla y amarla tal como es.
(Nishoe y Karina .Pastoral Familiar Diócesis de Barinas)
YO CREO EN LA FAMILIA porque es y será la carta magna de la Iglesia.
(Papa Francisco, Audiencia General 7/10/2015)
YO CREO EN LA FAMILIA porque es la primera y fundamental escuela de sociabilidad, como comunidad de amor encuentra en el don de sí misma la ley que le rige y le hace crecer. El don de sí que inspira el amor mutuo de los esposos, se pone como modelo y norma del don de sí que debe haber en las relaciones entre hermanos y hermanas y entre las diversas generaciones que conviven en la familia.
(Familiaris Consortio 37)
Pero, ¿Cómo sabemos si realmente creemos en la familia? Preguntémonos:
- ¿Valoramos positivamente las fortalezas y las debilidades de nuestra familia?
- ¿Amamos y respetamos a nuestra familia a pesar de las diferencias en decisiones, pensamientos, creencias?
- ¿Guardamos imágenes de familiares que ya no están con nosotros?
- ¿Le contamos a los hijos, a los nietos, historias de familias?
- ¿Les hablamos a los demás de nuestra familia?
- ¿Reconocemos que nuestra familia, es el único lugar en el que se nos quiere como somos?
- ¿Celebramos con ellos en lo bueno, y compartimos también las malas noticias. O sucesos?
- ¿Se siente cómodo, feliz, relajado al llegar a su casa y dice: “hogar, dulce hogar”?
Ustedes se preguntarán también, ¿Cómo creer en la familia cuando se presentan conflictos, engaños, falsedades entre los mismos miembros del núcleo familiar? No es fácil, es un proceso, pero cuando creemos de verdad en la familia, como institución, como un tesoro, como hogar, como patrimonio, y la cuidamos como un adorno frágil, valioso, todo se hace mucho más fácil.
El magisterio de la Iglesia a través de sus pastores nos pide reconocer lo bello, auténtico y bueno que es formar una familia, ser familia hoy; lo indispensable que es esto para la vida del mundo, para el futuro de la humanidad.
Se nos pide que realcemos “el plan luminoso de Dios sobre la familia, y ayudemos a los cónyuges a vivirlo con alegría en su vida, acompañándoles en sus muchas dificultades con una pastoral inteligente, valiente y llena de amor”. (Papa Francisco, Consistorio Extraordinario. 20/02/2014)
DINÁMICA:
- Una figura que represente la Santísima Trinidad, (aunque pudiera ser otra figura alusiva al tema: un corazón, una casa,etc), cinta celoven o chinches.
- Distribuir recortes de colores o blancos (cuadrados, rectángulos, corazones) donde los participantes escriban: Yo creo en la familia (y agregan su propio contenido), lo compartan en plenaria explicando porque escribieron esa frase y lo van pegando a la figura.
- En los recortes sólo escribirán la frase concreta y luego se extienden en la explicación al momento de la plenaria.