Monseñor Francisco Escalante Molina: “Me quedé sin palabras cuando me nombraron Nuncio Apostólico de El Congo”

Oriundo de La Grita, San Cristóbal, Monseñor Francisco Escalante Molina, quien a pesar de tener 20 años en el servicio diplomático recibió con sorpresa el nombramiento como Nuncio Apostólico de El Congo, un nombramiento como él lo dice que “es la voluntad de Dios y decisión de los Superiores”.

Estaba en la Nunciatura Apostólica de Eslovenia cuando llegó un mensaje del Vaticano sobre el nombramiento.”Me quedé sin palabras por el hecho del nombramiento mismo, y luego por el lugar, a pesar de estar disponible para ir a cualquier país del mundo a donde me llamen”, manifestó Monseñor Escalante Molina.

La ordenación de Monseñor Francisco Escalante Molina es el sábado 28 de mayo en el Seminario Santo Tomas de Aquino, en Palmira, a manos de Monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, quien llegará a Venezuela el 24 de mayo. El 19 de junio el nuevo Nuncio Apostólico irá a Roma y el 25 junio, viajará a El Congo a iniciar su servicio.

La tarea primordial a realizar al llegar a El Congo es “continuar el trabajo que han hecho los Nuncios Apostólicos, es necesario fortalecer el trabajo que ya ellos han ejecutado”, dijo. “El Congo es una iglesia joven, hay muchos obispos jóvenes, mi labor es apoyarlos y acompañarlos y no sobreponerme a las autoridades locales, a los obispos locales y diocesanos, trabajaré con ellos en todo lo que se pueda para que ejerciten su labor de la mejor manera y mantener esos lazos de comunión de la iglesia local con el Papa, expresó Monseñor.

Para el nuevo Nuncio Apostólico es importante “vivir el día a día con fe, constancia y haciendo lo mejor que se pueda, no preocuparse de antemano por lo que vendrá después, porque será Dios quien abrirá el camino…En tres palabras, fe, confianza en Dios y la oración constante”. Ha estado en África, Ghana y Sudán, entre otros. Aunque conoce el ambiente africano, “No he ido a El Congo, sólo se que es una región de África de habla francesa con tradiciones culturales diferentes”.

El trabajo eclesial diplomático tiene dos aspectos, “la parte eclesial que se refiere al trabajo de las relaciones de la Santa Sede con la Iglesia local, trabajo pastoral con las comunidades y actividades propias del sacerdocio; y la parte política porque la Nunciatura Apostólica representa a la Santa Sede ante el gobierno”.