ASAMBLEA NACIONAL DE PASTORAL AL PAPA

SU SANTIDAD FRANCISCO

Luego de 10 años de haber concluido el CONCILIO PLENARIO DE VENEZUELA, con alegría y entusiasmo evangelizador os hemos reunidos en la I ASAMBLEA NACIONAL DE PASTORAL. En efecto, Obispos y laicos, sacerdotes y miembros de institutos de vida consagrada, diáconos y seminaristas venidos de todo el país nos hemos encontrado para orar, reflexionar y revisar el camino andado desde aquel hermoso acontecimiento eclesial de Comunión y Participación. A la vez, queremos reafirmar nuestra decisión de seguir hacia adelante en el nombre del Señor guiados por los criterios del Evangelio y con la mirada puesta en los horizontes del Reino de Dios.

 

Estamos sintiendo la misma experiencia de los primeros discípulos, como nos lo enseña el libro de los Hechos: “USTEDES RECIBIRAN LA FUERZA DEL ESPIRITU SANTO” (1,8). El nos guía y nos da su gracia para seguir siendo una “Iglesia en salida”. Hemos hecho presente en nuestra Asamblea, las tristezas y angustias de todos los hombres y mujeres de Venezuela, tan golpeada por una crisis  social, económica y política; por eso, reafirmamos el compromiso de llenar nuestra sociedad con la acción liberadora y salvífica recibida del Señor Jesús. De igual modo, no hemos dejado de lado las esperanzas y los gozos de nuestra gente, para lo cual ofrecemos el decidido testimonio de una Iglesia que quiere renovarse y hacer realidad el designio de amor del Padre Dios.

Desde esta experiencia vivida durante estos días reafirmamos nuestra comunión con Su Santidad y con la Iglesia Universal. Le saludamos con cariño, reiterándole nuestra continua oración por Usted. Venezuela le quiere, admira, acompaña y lo tiene siempre presente: desde el candor de los niños y la alegría de los jóvenes, desde la madurez de sus hombres y mujeres y la sabiduría de los ancianos, con sus familias, Iglesias particulares, parroquias, y todas las instancias eclesiales surge el recuerdo permanente hacia Usted. Pedimos a la Trinidad Santa lo continúe fortaleciendo en su misión de Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia Universal. Rogamos a María, venerada como Coromoto, Madre de Venezuela, le proteja con su maternal intercesión.

 

Agradecemos su preocupación por nuestra patria y nuestras Iglesias particulares, por la familia y por los más pequeños y pobres de la tierra: nos sentimos unidos a Usted en su preocupación por la defensa de la Creación y de la dignidad de todos los hombres y mujeres del mundo. Con Su Santidad cantamos la alabanza al Dios de la vida, Creador de todo, Salvador de la humanidad y fuente de toda Sabiduría., como también nos preparamos para celebrar el AÑO SANTO DE LA MISERICORDIA

 

Imploramos su Bendición Apostólica, no sólo para los participantes en la I ASAMBLEA NACIONAL DE PASTORAL, sino para todos los creyentes y hombres de buena voluntad de nuestra Patria.