“Quisiera asegurar mi oración por las poblaciones de Centroamérica, especialmente por Costa Rica y Nicaragua, afectadas por un huracán y, este último, también por un fuerte sismo. Y rezo también, por aquellas poblaciones del Norte de Italia que sufren por los aluviones”, lo dijo el Papa Francisco al final de la oración mariana del Ángelus, de este I Domingo de Adviento.
Además, el Obispo de Roma saludó a los fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro para orar a la Madre de Dios. “Saludo a todos ustedes peregrinos, llegados de Italia y de diversos países: las familias, los grupos parroquiales, las asociaciones. En particular, saludo a los fieles provenientes del Líbano, de Egipto, de Eslovaquia, y el coro de Limburgo (Alemania). Saludo con afecto a la comunidad ecuatoriana, aquí presente; a las familias del Movimiento ‘Tra Noi’; a los grupos de Altamura, Rieti, San Casciano in Val di Pesa; la UNITALSI de Capaccio y a los alumnos de Bagheria”.
“A todos les deseo un buen domingo y un buen camino de Adviento para encontrar al Señor – agregó el Pontífice – ¡Qué sea un tiempo de esperanza! Ir al encuentro del Señor que viene a nuestro encuentro. La esperanza verdadera, fundada en la fidelidad de Dios y en nuestra responsabilidad. Y por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!”
(Renato Martinez – Radio Vaticano)