En un comunicado emitido el miércoles 3 de junio, el departamento de relaciones exteriores del Patriarcado Ortodoxo de Moscú anunció la ruptura de relaciones con la Iglesia Protestante Unida de Francia y con la Iglesia Presbiteriana de Escocia, a raíz de la decisión de ambas de permitir la bendición de uniones homosexuales.
no se ve ninguna perspectiva de nuevos contactos oficiales con la Iglesia Presbiteriana de Escocia y la Iglesia de Francia (Protestante Unida)
Ya en 2003, la Iglesia Ortodoxa rusa hizo lo mismo y por el mismo motivo con los episcopalianos de USA, cuando el recién «divorciado» Gene Robinson fue «consagrado obispo». Y en 2005 con la Iglesia de Suecia (luterana) después de que decidiesen «bendecir» gaymonios.
Las relaciones de los ortodoxos con los protestantes son más estrechas que la de la Iglesia Católica, de hecho tanto los ortodoxos como las iglesias orientales (etíope, copta, armenia, siríaca y asiria) y otros cismas como los veterocatólicos, forman parte con protestantes y anglicanos del Consejo Mundial de las Iglesias. La Iglesia nunca ha pertenecido a ese organismo.
Pero el tan manido argumento de que en la Iglesia no pueden tomarse decisiones porque dificultarían el ecumenismo parece totalmente superado. Los católicos no podremos nunca acercarnos porque ellos son más rápidos alejándose.
También para los ortodoxos se han cruzado líneas que hacen imposible cualquier componenda. Como bien señala el Patriarcado de Moscú:
Estas decisiones de la Iglesia de Escocia y la Iglesia de Francia han decepcionado profundamente a la Iglesia Ortodoxa Rusa pues parecen incompatibles con las normas de la moral cristiana», el Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores dice en su comunicado publicado el miércoles en su página web oficial.
Con dolor tenemos que decir que hoy tenemos nuevas divisiones en el mundo cristiano, no sólo en teología, también en cuestiones morales
Quizá sea hora de aclarar la situación con los anglicanos, con quienes no parece tener sentido ya, después de la ordenación de obispesas, el trato preferencial, y lógico, que se mantenía con el ARCIC (Anglican-Roman Catholic International Commission). Un trabajo paralelo al que se hace con los ortodoxos. Como brillantemente sugería el anglo-converso P. John Hunwicke, se haría mucho más bien cerrando el ARCIC y destinando todos los recursos a los Ordinariatos anglicanos.