EVANGELIO DEL DÍA JUEVES 22 DE SEPTIEMBRE DEL 2016 

               

  LUCAS 9,7-9: “En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de todo lo que estaba ocurriendo, y no sabía qué pensar, porque unos decían: «Es Juan, que ha resucitado de entre los muertos»; y otros: «Es Elías que ha reaparecido»; y otros: «Es alguno de los antiguos profetas que ha resucitado.» Pero Herodes se decía: «A Juan le hice cortar la cabeza. ¿Quién es entonces éste, del cual me cuentan cosas tan raras?» Y tenía ganas de verlo”.

  Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

 

Juan Bautista, con su predicación, a la conversión para practicar la justicia, expresada por su bautismo, atrajo multitudes para sí mismo. Los jefes del poder religioso de Israel y el poder romano, por temor a la popularidad de Juan traman su muerte, que se consumó con Herodes, que gobernaba Galilea.

En el Evangelio de Lucas, capítulo 9, versículos 7-9 Herodes se sorprendió al escuchar las opiniones sobre Jesús, que se difundía entre la gente, «Es Juan que resucitó de entre los muertos»; y otros decían: «Es Elías, el que volvió a aparecer»; y otro: «Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado». Herodes dijo: «Juan lo mande a decapitar yo. ¿Quién es este, entonces, de quien oigo semejantes cosas? «Y tenia ganas de ver a Jesús.

Lucas narra esta interrogación de Herodes sobre Jesús por ocasión del envío de los Doce en misión por Galilea, territorio no muy extenso, que estaba bajo su jurisdicción. Recibiendo noticias de la creciente actividad de Jesús y sus discípulos, Herodes se alarma, le parecía que se repetía la misma agitación que se dio con Juan el Bautista.

Por temor a la popularidad y la predicación de Juan, Herodes había mandado a detenerlo, y, después de algún tiempo, lo mando a decapitar. En este contexto, la presencia y las actividades de Jesús con sus discípulos suscitaban grandes interrogantes. Entre la gente, Jesús, con su práctica y el anuncio de la Buena Nueva, con la llamada a la conversión y a la justicia Jesús se asemejaba a Juan el Bautista, el cual podía haber resucitado de entre los muertos.

Con una mezcla de curiosidad y miedo, Herodes deseaba ver a Jesús. El Evangelista Lucas registra que en el proceso de la pasión, cuando Jesús es llevado ante Herodes, este se puso muy feliz, porque tenía mucho tiempo que quería verlo y espera que hiciera algún milagro. Sin embargo, Herodes, trata a Jesús con desprecio y burla.

Jesús, en su simplicidad, desorienta a los sabios y entendidos, principalmente en Israel, que ahora le temen considerándolo lleno de misterios y secretos. Sin embargo, entre los de corazón humilde y sencillo Jesús es reconocido.

Conocemos cada vez más y más a Jesús a medida que profundizamos en su amor, a medida que seguimos sus pasos en los esfuerzos para promover la vida plena para todos. Pidamos a Dios para que la presencia de Jesús en lo más profundo de nuestros corazones nos traiga paz y libertad, y con alegría y confianza, podamos compartir vida y amor con todos los hermanos. Amen.