Marcos 9, 41-50: “En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos «Y cualquiera que les dé de beber un vaso de agua porque son de Cristo, yo les aseguro que no quedará sin recompensa.» «El que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, sería mejor para él que le ataran al cuello una gran piedra de moler y lo echaran al mar. Si tu mano te está haciendo caer, córtatela; pues es mejor para ti entrar con una sola mano en la vida, que ir con las dos a la gehena, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te está haciendo caer, córtatelo; pues es mejor para ti entrar cojo en la vida que ser arrojado con los dos pies a la gehena. Y si tu ojo prepara tu caída, sácatelo; pues es mejor para ti entrar con un solo ojo en el Reino de Dios que ser arrojado con los dos al infierno, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga. Pues el mismo fuego los conservará. La sal es buena, pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se lo devolverán? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros.»
Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.
En la liturgia de hoy Marcos capítulo 9, versículos 41-50, encontramos algunas sentencias originarias de Jesús, transmitidas por la tradición de las primeras comunidades que son presentadas como normas para la convivencia en los diferentes contextos de las comunidades. La sentencia inicial: Quién dé de beber un vaso de agua porque pertenecen a Cristo no quedará sin recibir recompensa, tiene el carácter de una orientación de acogida a los misioneros. En una jornada misionera, se espera que las casas estén abiertas y atentas a recibir a los enviados por Jesús.
A continuación vendrán un par de sentencias acerca de los pequeños, humildes y frágiles. La alusión a estos pequeños marca la oposición de ser el más grande, de acuerdo a la discusión que los discípulos habían tenido antes.Son orientaciones para las comunidades con el fin de prevenir posibles escándalos internos. Podemos ver aquí una advertencia para aquellos que, movidos por la vanidad, buscan el poder dentro de la comunidad y chochancon los humildes que se acercan con la esperanza de encontrar amor y fraternidad.
Las alusiones a las caídas por las manos, los pies o por el ojo, pueden hacer referencia al robo, al desvió delcamino, o al adulterio. La referencia a la auto-amputación, usada con un sentido simbólico, se inspira en las sentencias de amputación vigentes aun en algunas culturas.
En el texto encontramos anuncios de condenación que no coinciden con los gestos misericordiosos de Jesús, estos pueden ser adaptaciones tardías de las comunidades de origen judaicas que reflejan al Dios del Antiguo Testamento que amenaza, castiga y condena.
Las frases finales con la sal y el fuego, expresan la convivencia armoniosa y dinámica en la comunidad. Entre los discípulos debe prevalecer la paz, simbolizada por la sal que da sabor y preserva. En el fuego del amor la comunidad se abre a la comunión de vida con los pequeños y excluidos.
Confiados en el amor de Dios revelado en Jesús, vivimos nuestro día a día, cumpliendo la voluntad del Padre. Pidámosle al Espíritu Santo la fortaleza necesariapara que caminando con Jesús, nos empeñemos en vivir la fraternidad que nos lleva a extender los brazos para acoger a los pequeños, en comunión con el Padre. Amen.