
Lucas 6, 6-11:“Un sábado Jesús había entrado en la sinagoga y enseñaba. Había allí un hombre que tenía paralizada la mano derecha. Los maestros de la Ley y los fariseos espiaban a Jesús para ver si hacía una curación en día sábado, y encontrar así motivo para acusarlo. Pero Jesús, que conocía sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: «Levántate y ponte ahí en medio.» Él se levantó y permaneció de pie. Entonces Jesús les dijo: «A ustedes les pregunto: ¿Qué permite hacer la Ley en día sábado: hacer el bien o hacer daño, salvar una vida o destruirla?» Paseando entonces su mirada sobre todos ellos, dijo al hombre: «Extiende tu mano.» Lo hizo, y su mano quedó sana. Pero ellos se llenaron de rabia y comenzaron a discutir entre sí qué podrían hacer contra Jesús”.
Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.
Jesús viene a confirmar la bondad de la creación de Dios y viene a corregir los caminos tortuosos que se desvían de esta bondad. Los evangelios insisten en mostrar el empeño de Jesús en testimoniar el amor y la misericordia, en la construcción del bien, en contradicción con la práctica de las sinagogas y del Templo.
En el evangelio de hoy, San Lucas, en el capítulo 6, versículos 6 al 11, nos narra un conflicto con Jesús en una sinagoga. Entrando en la sinagoga un sábado, Jesús comienza a enseñar. Había allí un hombre con la mano derecha atrofiada. Los jefes de la sinagoga observaban a Jesús para ver si Él curaría a este hombre. Siendo sábado, pensaban que, podrían condenar a Jesús.
Jesús, conociendo el pensamiento de ellos, dice al hombre de la mano atrofiada: “Levántate y ponte de pie en medio de todos”. Después se dirigió a ellos: “Yo les pregunto ¿qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?”. Después dirigiendo una mirada a todos, Jesús cura al hombre. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué hacer con Jesús.
Jesús enseñaba en la sinagoga, los escribas y los fariseos, conociendo sus actividades que infringían los preceptos legales, estaban al acecho para acusarlo. Jesús, percibe la intención de ellos. En atención al hombre de la mano atrofiada, que allí se encontraba, también como provocación, Jesús lo llama a colocarse al medio.
Ante la opción entre hacer el bien o hacer el mal, lo mismo que sea día sábado, Jesús opta por el camino del bien y de la vida, y libera al hombre del defecto que lo excluía. Los jefes religiosos optan por el camino de la muerte planeando como destruir a Jesús.
Mostrando su compasión para con los excluidos con actos concretos que entran en choque con el sistema legal religioso de Israel, Jesús revela el rostro de Dios y desajusta el edificio ideológico de la Ley.
Hoy, en un mundo sometido a la ley del imperio financiero, los pobres del mundo son víctimas de la ambición de los países más ricos, que a todos ilusionan con sus promesas de encontrar la felicidad acumulando dinero, y se empeñan en hacer la guerra, para conquistar más riquezas.
Siguiendo a Jesús, colocamos nuestra esperanza en un mundo nuevo donde reine el amor, la justicia y la misericordia, con vida plena para todos.Roguemos a Dios para que, acogiendo a Jesús con su presencia Eucarística y con su Palabra, podamos tener a nivel personal y comunitario una vida cada vez más feliz. Amen.
