
Marcos 6,7-13: “En aquel tiempo Jesús recorría todos los pueblos de los alrededores enseñando. Llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus malos. Les ordenó que no llevaran nada para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni morral, ni dinero; que llevaran calzado corriente y un solo manto. Y les decía: «Quédense en la primera casa en que les den alojamiento, hasta que se vayan de ese sitio. Y si en algún lugar no los reciben ni los escuchan, no se alejen de allí sin haber sacudido el polvo de sus pies: con esto darán testimonio contra ellos.» Fueron, pues, a predicar, invitando a la conversión. Expulsaban a muchos espíritus malos y sanaban a numerosos enfermos, ungiéndoles con aceite”.
Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.
El santoral del día nos presenta entre otros santos la fiesta en honor a San Juan Bosco. Popular Santo modelo y patrono de juventudes. Apasionado, alegre, entusiasta, emprendedor de proyectos a favor de los jóvenes descolarizados y excluidos. Fundador de la Congregación Salesiana y de las Hermanas Salesianas. Con una confianza absoluta en María Auxiliadora, inició la fundación de sus oratorios, que hoy están presentes en muchos países del mundo y que son ejemplo de educación fuera del aula. Guayana es testigo de la continuidad de su obra: casa hogar Miguel Magone, Centro de capacitación de las Batallas y de la 45, y por supuesto la Parroquia Don Bosco, entre otras.
Y la liturgia de hoy nos presenta al Evangelio de Jesús, según San Marcos capítulo 7, versos del 7 al 13, donde se relata el envío misionero por parte de JESÚS, a sus discípulos, con las debidas recomendaciones confiando siempre en la providencia del mandatario de la misión. Los apóstoles deben ser los primeros en creer lo que proclaman: Dios se hizo presente en medio de ellos. Por eso se obligan a vivir al día, confiados en la Providencia del Padre. No deben acobardarse en el momento de predicar, sino ser conscientes de su misión y de su poder.
JESÚS envía a sus discípulos de dos en dos, para que su palabra no sea la de un hombre solo, sino la expresión de un grupo unido en un mismo proyecto. También les pide que se queden fijos en una casa, que se hospeden en una familia, que será el centro desde donde se irradiará la fe, expresión originaria de la Iglesia doméstica.
Es pertinente saber que en el tiempo que JESÚS, vivió su vida terrena, habían varios grupos de renovación de la fe judaica que predicaban a las comunidades, pero cuando iban de misión llevaban dinero y comida para el camino porque desconfiaban de las comidas que la gente de los pueblos que visitaban les ofrecían, por temor a que fueran impuras.
Los discípulos de JESÚS, reciben una recomendación diferente, lo que nos indica que han entrado en una nueva dinámica propuesta por el anuncio de las Buenas Nuevas. Deben ir sin nada, comer lo que les ofrezcan, hospedarse en la primera casa que fueran acogidos y cuidar de los enfermos y de los necesitados. Estos eran los cuatro puntos básicos que marcaban la actitud de los misioneros seguidores de JESÚS, que anunciaban su Buena Noticia, para el mundo.
Hoy es el día para preguntarnos: ¿de qué manera vivo o he desarrollado en mi vida misionera, estos cuatro puntos básicos, que JESÚS, pide para ser un verdadero seguidor suyo? ¿Me confío a la providencia Divina o por el contrario, siempre ando temeroso de lo que comeré mañana, o el cómo hacer para resolver los distintos problemas que a diario se nos presentan?
Señor JESÚS, ayúdanos a colocar en el morral de nuestras vidas tus enseñanzas y tus preceptos para que nunca desconfiemos de Tu Providencia Divina y así poder vencer nuestros miedos y desesperanzas por alcanzar un mañana mejor para todos los venezolanos. Amen.
