EVANGELIO DEL DÍA VIERNES 28 DE OCTUBRE DEL 2016   

 

 

   Lucas 6, 12-19: “En aquellos días, Jesús se fue a orar a un cerro y pasó toda la noche en oración con Dios. Al llegar el día llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que llamó apóstoles: Simón, al que le dio el nombre de Pedro, y su hermano Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, apodado Zelote, Judas, hermano de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Jesús bajó con ellos y se detuvo en un lugar llano. Había allí un grupo impresionante de discípulos suyos y una cantidad de gente procedente de toda Judea y de Jerusalén, y también de la costa de Tiro y de Sidón. Habían venido para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades; también los atormentados por espíritus malos recibían curación. Por eso cada cual trataba de tocarlo, porque de él salía una fuerza que los sanaba a todos”.

 

  Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

 

La Iglesia celebra hoy a los apóstoles San Simón y Judas, quienes a menudo aparecen juntos en la lista de «los doce». San. Judas, sobre todo, es un santo de una gran devoción y popularidad entre nosotros. La historia nos cuenta poco acerca de la acción apostólica de ellos. Casi llegando al final del mes es bueno para nosotros celebrar a estos dos apóstoles juntos.

El Evangelio que la liturgia nos propone para la reflexión es el de la elección de «los doce» lo encontramos en Lucas, capítulo 6, versículos 12 al 19. Nos quiere llevar a pensar en nuestra propia vocación cristiana y nuestro compromiso con el Evangelio y la misión de Jesús…

La elección de un grupo especial a partir de un grupo más grande de discípulos, no parece ser una elección casual o aleatoria. Lucas lo presenta como una iniciativa divina por el hecho de darse después de que Jesús había pasado una noche en oración al Padre. El mismo número doce se refiere a los doce patriarcas y las doce tribus del pueblo de Israel.  A los doce, Jesús da el nombre de los apóstoles, que quiere decir «enviado» o «representante autorizado». Ante el creciente rechazo de las autoridades de Israel, Jesús establece una nueva dirección para llevar adelante el plan de redención de Dios Padre. Se puede decir que, al igual que los doce patriarcas y los doce tribus de Israel formaron la antigua comunidad, base del pueblo elegido, los doce hombres escogidos por Jesús representan la nueva comunidad del pueblo de Dios, la Iglesia de Cristo!

Los últimos tres versículo (17-19) comprenden un nuevo escenario y una nueva historia. Jesús subió al monte a orar, se encuentra al pie de la montaña, ya acompañado de los doce discípulos y muchos otros, junto a una gran multitud que había venido de todas partes: querían escuchar a Jesús y ser sanados de sus enfermedades. El encuentro con esta gente parece indicar que ahora el mensaje del evangelio se dará a conocer también a los no judíos:»Mis ojos han visto con la salvación, que has preparado delante de todos los pueblos; luz para mostrar el camino a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».

Encontramos con frecuencia este dicho: «Dios no escoge a los calificados, pero capacita a los que escogió». Escogidos para ser sus discípulos y apóstoles le pedimos que nos capacite con su Espíritu Santo.Para que también nosotros cumplamos con fidelidad nuestra misión, pidamos a San Simón y Judas, que rueguen por nosotros. Amen.