Quería dedicar estas líneas a Victoria, una niña de 4 años que ha comenzado su vida escolar y está feliz: “Mi escuela es muy bonita, mi maestra es muy simpática, yo voy a hacer muchos amiguitos”, ese fue su resumen del primer día de clases. Sus padres la inscribieron en un centro de Fe y Alegría con vista al Orinoco, centro que por, cierto, no se ha podido terminar porque la CVG no autoriza a la institución para construir en el terreno de al lado. Lahistoria de Victoria es conmovedora. Su padre acaba de morir de un infarto y es ella quien anima a su madre: “No estés triste, papi está en el cielo y nos está viendo. Quiere que yo vaya al colegio tofos los días para que no me atrase en mis materias”, dice la pequeña y consigue sacarle una sonrisa a su mamá.
Pero no voy a continuar hablando de Victoria, porque este chachachá del gobierno, que habla de “fronteras de paz”mientras anuncia que comprará 12 sukhoy; se pone la palabra “liberación” en la reedición de operativos en sectores populares que mata, allana, detiene arbitrariamente y las bandas siguen mandando; se habla de “zonas de paz” y hay que escuchar las crónicas de horror de los habitantes de esas zonas; pregonan planes de seguridad, y según Briceño- León, son las mafias las que están ofreciendo seguridad a los comerciantes; se dice que se quiere paz escolar y se mantiene discurso como las “guerrillas comunicacionales” y se exaltan golpes de estado… ¿Dónde encuentro el tiempo, la inspiración para hacerle seguimiento a Victoria y sus cuentos inventados?
No quisiera ocuparme de la guerra, pero veo las prioridades en la práctica en este país: seguimos sin enfrentar en serio el número creciente de embarazos en adolescentes y hasta casi en niñas ( la edad ha bajado de 15 a 12 años); seguimos sin enfrentar en serio el problema no de desabastecimiento, que es solo un disfraz, sino de la escasez, escasez de producción de leche que está comprometiendo el presente y el futuro de los niños y niñas; el Cencoex niegadivisas para adquirir implantes para niños y adolescentes con problemas auditivos , y así podríamos continuar la lista de las omisiones de quienes toman decisiones en Venezuela que indica que eso de “niños y niñas prioridad absoluta” es letra muerta, pues 12 avioncitos sukhoy le costarán al país unos 540 millones de verdes, sin contar repuestos y armamento.
¿Para cuál guerra nos preparamos? La guerra no sale del discurso cotidiano. Seguro que los que hoy dirigen al país nunca escucharon el poema de J R Marcano: “Ninguna guerra es buena”. Victoria quiere barquitos de papel el Orinoco, no de guerra.