“Y le quiero pedir un favor, señor presidente, le pido por mi escuela” y prosiguió la niña: “Los techos no sirven…. los baños están sucios… me preocupan mis compañeros, yo voy a salir pero ellos se quedan…”¡Qué lección dio esa niña a todo el país en cadena nacional el 24 de junio! Fíjense los detalles: en medio de un acto oficial, el alto gobierno, las cámaras, radio, televisión, y la pequeña, con mucha cortesía per con firmeza le recordó al Presidente que por encima de Panteón Nacional, restos de héroes pasados, están las prioridades actuales, los niños y las niñas e la patria de hoy. “Los techos no sirven, los baños están sucios”
¡Caramba! Esa niña merece un premio, no hablo sólo de su valentía, de la brillante iniciativa sino sobre todo la claridad en relación a las prioridades. Yo la pondría a dar cursos a los funcionarios públicos y a los políticos responsables e tomar decisiones, a esos que les corresponde revisar las asignaciones de recursos de las alcaldías, a los parlamentarios, los que se supone que aprueban o desaprueban los proyectos de presupuestos para que ella les explicara lo que significa Prioridad Absoluta, principio que está contemplado tanto en la LOPNNA (Art. 7) como en la CRBV (Art. 111). Panteón, restos, discursos, parafernalias, invitados internacionales, pero la prioridad está en esas escuelas con techos que se están cayendo, con baños sucios, ¿por falta de agua? El derecho a la educación de calidad está primero.
Un país que se ocupa de sus niños, niñas y adolescentes, o sea de las bases en plena formación, se ahorra para el futuro preocupaciones. No es nuestro caso, no gozamos de políticas públicas para la protección integral de esa población; seguimos con 130.000 embarazos en menores de 18 años – lo que supone 130.000 problemas cada año-; seguimos con los barrios llenos de drogas que llegan a los pequeños, armas, debilitamiento de la escuela como institución, y para completar, los poderes tanto el Ejecutivo como el Legislativo- sin comprender la materia, le entregan a los Consejos Comunales el diseño, aplicación de programas para adolescentes que han cometido delitos menores; aún la cobertura en educación inicial es insuficiente, según cifras oficiales estamos en un 77% pero hay comunidades en donde el 100% está fuera del aula, y si muchos estudiantes de primaria tuvieran la oportunidad de un micrófonoy cadena nacional,dirían cosas parecidas de sus escuelas, como lo hizo nuestra héroe del 24 de junio. ¡Cómo no vamos a tener adolescentes en bandas delictivas con estas carencias! Lo inteligente sería que tanto la sociedad como el Estado se ocuparan de los niños y niñas. ¿No será hora de que la Fórmula 1, la 2 y la 3 se busquen otras fuentes de financiamiento y reasignar esos recursos para los niños y niñas del país?
Algo más sobre las atinadas palabras de la pequeña. Habló de su preocupación por sus compañeritos que se quedan en la escuela. ¡Qué admirable! No se interesa sólo por ella, que ya va a salir, se preocupa por los que quedan. Otra lección para los funcionarios: pensar en los que vendrán después. ¿Estará eso en la cabeza de los gobernantes? Esta sería una Misión Inteligente.
El discurso de esa niña se ha repetido muchas veces, no sé si recordamos los otros discursos ¡hasta el ministerio de información se lo podrían entregar! ¡Ojalá le hagan caso!