El Papa Francisco dirigió este martes un video mensaje a los jóvenes que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Cracovia 2016, evento mundial que aseguró estará “marcado por el signo de la misericordia” y donde tendrá la oportunidad de peregrinar al Santuario de Nuestra Señora de Czestochowa, que “será para mí una inmersión” en la fe probada del pueblo de Polonia.
En el video mensaje difundido hoy, Francisco afirmó que esta 31° JMJ, que se realizará del 26 al 31 de julio, “me ofrece también la feliz oportunidad de encontrarme con la querida nación polaca”.
“Todo va a estar marcado por el signo de la misericordia, en este Año jubilar, y por la memoria agradecida y devota de San Juan Pablo II, que fue el artífice de la Jornada Mundial de la Juventud, y fue el guía del pueblo polaco en su reciente camino histórico hacia la libertad”, afirmó el Papa en referencia al papel que jugó el santo polaco en la caída del comunismo en su país natal y en toda Europa del Este.
Luego se dirigió a los peregrinos que llegarán de toda Europa, África, América, Asia y Oceanía.
“Bendigo también sus países, sus deseos y sus pasos hacia Cracovia, para que sean una peregrinación de fe y de fraternidad. Que el señor Jesús les conceda la gracia de experimentar en ustedes mismos estas palabras suyas: ‘Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia’”, afirmó.
El Papa aseguró que “deseo mucho encontrarme con ustedes, para ofrecer al mundo un nuevo signo de armonía, un mosaico de rostros diferentes, de tantas razas, lenguas, pueblos y culturas, pero todos unidos en el nombre de Jesús, que es el Rostro de la Misericordia”.
“Y ahora me dirijo a ustedes, queridos hijos e hijas de la nación polaca”, indicó Francisco. “Siento que es un gran don del Señor el estar entre ustedes, porque son un pueblo que en su historia ha atravesado tantas pruebas, algunas muy duras, y ha salido adelante con la fuerza de la fe, sostenido por la mano materna de la Virgen María. Estoy convencido de que la peregrinación al Santuario de Czestochowa será para mí una inmersión en esta fe probada, que me hará mucho bien”.
El Pontífice también les agradeció “las oraciones con las que están preparando mi visita. Doy las gracias a los Obispos y sacerdotes, a los religiosos y religiosas, a los fieles laicos, especialmente a las familias, a las que llevo en espíritu la Exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia”.
“La ‘salud’ moral y espiritual de una nación se ve por sus familias; por eso, San Juan Pablo II se interesaba especialmente por los novios, los jóvenes esposos y por las familias. Continúen por este camino”, alentó el Pontífice, que envió este mensaje “como prueba de mi afecto. Permanezcamos unidos en la oración. ¡Y nos vemos en Polonia!”.