“El Señor nos enseña a no tener miedo de seguirlo, porque la esperanza que ponemos en Él no será defraudada”. Así, debemos “vivir de misericordia para ser instrumentos de misericordia, vivir de misericordia quiere decir estar necesitados de Jesús y aprender entonces a ser misericordiosos con los otros” No nos dejemos quitar la alegría de ser discípulos del Señor, déjate ir a Jesús, siente su misericordia y tu corazón será colmado de alegría y perdón. No nos dejemos robar la esperanza de vivir esta vida junto a Él y con la fuerza de su consuelo”. La invitación del Señor es sorprendente. Llama a seguirlo a personas sencillas y marcadas por una vida difícil, personas que tienen muchas necesidades y les promete que en Él encontrarán reposo y alivio”. La invitación de Jesús es “para aquellos que se sienten cansados y oprimidos”. “Ellos solo pueden confiar en Dios. Conscientes de la propia humildad y condición mísera, saben depender de la misericordia del Señor, esperando en Él la única ayuda posible”.
Al final, “en la invitación de Jesús encuentran finalmente respuesta a su espera: convirtiéndose en sus discípulos reciben la promesa de encontrar un vida nueva”. Jesús “quiere enseñarles que descubrirán la voluntad de Dios mediante su persona, mediante Jesús, no mediante leyes y prescripciones frías que Jesús mismo condena”.
Jesús también les pide “aprended de mí” por lo que “propone un camino de conocimiento y de imitación”. “Jesús no es un maestro que con severidad impone a otros cargas que él no lleva, esta es la acusación que él hacía a los doctores de la ley”,
La misericordia de Dios se ha hecho cargo de las pobrezas de los hombres, donando así a todos la posibilidad de la salvación”. “Él se ha hecho todo a todos, se ha donado a los pobres, a la gente, trabajaba todo el día con ellos, Jesús no era un príncipe”.
Qué feo es para la Iglesia que sus pastores se conviertan en príncipes, alejados de la gente, alejados de los más pobres. Ese no es el espíritu de Jesús. A estos pastores Jesús dirigía sus reproches y de estos pastores decía a la gente: haced lo que dicen pero no lo que hacen”.