A Los Cristianos Se Nos Pide Protagonizar La Revolución De La Ternura

 

Para los cristianos es “una prioridad salir al encuentro de los desechados, de los que son marginados de nuestro mundo, y hacer palpable la ternura y el amor misericordioso de Dios, que no descarta a nadie, sino que a todos acoge. ¡A nosotros cristianos hoy se nos pide protagonizar la revolución de la ternura!” La creación “es una manifestación del inmenso amor de Dios para con nosotros; por eso, también por medio de los dones de la naturaleza nosotros podemos contemplar a Dios”. “Estamos llamados a cultivar una armonía con nosotros mismos y con los demás, pero también con Dios y con la obra de sus manos”. «Danos el don de la unidad para que el mundo crea en el poder de tu misericordia». Este es el testimonio que el mundo está esperando de nosotros. Los cristianos seremos testimonio creíble de la misericordia en la medida en que el perdón, la renovación y reconciliación sean una experiencia cotidiana entre nosotros. Juntos podemos anunciar y manifestar de manera concreta y con alegría la misericordia de Dios, defendiendo y sirviendo la dignidad de cada persona. Sin este servicio al mundo y en el mundo, la fe cristiana es incompleta. Un pueblo que “siempre y en todo lugar” necesita estar guiado con seguridad y ternura por su Buen Pastor. Nuestro estilo de vida, nuestros comportamientos deben ser coherentes con nuestra fe. «Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí» (Jn 15,4). Dios nos convoca para estar cerca de todos los que anhelan dignidad, justicia, paz y reconciliación. Señor, ayúdanos con tu gracia a estar más unidos a ti para dar juntos un testimonio más eficaz de fe, esperanza y caridad».