EVANGELIO DEL DÍA LUNES 22 DE ENERO DEL 2018

 

Marcos 3,22-30: “En aquel tiempo, unos maestros de la Ley que habían venido de Jerusalén decían: «Está poseído por Belcebú, jefe de los demonios, y con su ayuda expulsa a los demonios.» Jesús les pidió que se acercaran y empezó a enseñarles por medio de ejemplos: « ¿Cómo puede Satanás echar a Satanás? Si una nación está con luchas internas, esa nación no podrá mantenerse en pie. Y si una familia está con divisiones internas, esa familia no podrá subsistir. De igual modo, si Satanás lucha contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, y pronto llegará su fin. La verdad es que nadie puede entrar en la casa del Fuerte y arrebatarle sus cosas si no lo amarra primero; entonces podrá saquear su casa. En verdad les digo: Se les perdonará todo a los hombres, ya sean pecados o blasfemias contra Dios, por muchos que sean. En cambio el que calumnie al Espíritu Santo, no tendrá jamás perdón, pues se queda con un pecado que nunca lo dejará.» Y justamente ése era su pecado cuando decían: Está poseído por un espíritu malo”.

Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

La Iglesia Universal celebra hoy, entre otros Santos, la fiesta en honor a la Beata Laura Vicuña, Nació en Santiago de Chile, el 5 de abril de 1891 y murió en Argentina el 22 de enero de 1904, a la edad de sólo 13 años. Ofreció su vida por la salvación espiritual de su mamá. Es un modelo admirable de alumna, hija, y buena cristiana. El Papa Juan Pablo II la beatificó el 3 de septiembre de 1988.

Por su parte la liturgia diaria nos invita a meditar el Evangelio según San Marcos capítulo 3 versos del 22 al 30. En el que se narra el enfrentamiento de JESÚS, con los maestros de Ley, que habían venido a presenciar su acción misionera y desacreditarlo frente a la gente, diciendo que estaba poseído por el demonio.

El texto nos dice que los jefes de los fariseos, habían venido de Jerusalén, el centro de la autoridad religiosa en Israel y lanzan una acusación grave contra JESÚS, ya no es que está mal de la cabeza, como habían dicho algunos de sus familiares, sino que es un agente del diablo del cual provenía los poderes especiales para hacer los milagros que estaba haciendo. Los opositores de JESÚS, hacen esta acusación bien grave, merecedora de la pena de muerte. Pero en su polémica no se dan cuenta que al descalificar la acción de JESÚS, descalifican la acción de Dios y en definitiva se descalifican ellos mismos.

El Maestro no tolera semejante calumnia y les retruca el argumento de sus adversarios, usando una parábola, cuya interpretación y respuestas deben contestar sus mismos contrincantes: ¿puede funcionar una familia dividida? No ¿y podría el mal, si satanás actuara contra sí mismo? Al contrario de sus adversarios JESÚS, tiene la capacidad de reconocer el bien y el amor, allí donde se manifiesten, y descubrir el mal por muy camuflado y oculto que se encuentre.

Para JESÚS, el bien rebasa todas las fronteras: geográficas, étnicas o religiosas, por esta razón acoge a los pecadores, come en compañía de cobradores de impuesto y libera poseídos por el demonio, de igual manera renuncia a cualquier argumento que ponga en riesgo desconocer la acción salvífica de Dios en el mundo.

Al confrontarnos con el texto y ver lo que estamos viviendo en Venezuela, de tener un gobierno omnipresente en todos los medios de comunicación, a través de los cuales tratan de vendernos realidades distintas a las grandes dificultades que padecemos. Tal como lo hicieron los magistrados de ayer, los de hoy tratan de convencernos de su legitimidad y para lo cual utilizan los más bajos recursos para descalificar a todos aquellos que osen alzar su voz de protesta, llegando incluso hasta la eliminación física.

Por eso es que la invitación que este texto nos hace hoy, es a resistir y a combatir tales pretensiones hegemónicas, con nuestras palabras y con nuestras obras porque contradicen la voluntad de Dios, de que todas sus creaturas podamos desarrollarnos libremente en un ambiente de amor y de respeto.

Ayúdanos Señor a no dejarnos paralizar por el miedo, frente a los que se creen dueños de la voluntad y de la libertad de los venezolanos. Y con Tu fuerza espiritual podamos enfrentar sus desmanes, y podamos liberarnos de esta postración en la que nos encontramos. Amen.