Este 20 de febrero del 2018 pasado el  mediodía partió a la casa del padre el presbítero miembro de la Compañía de Jesús Sabino Eizaguirre, en el colegio Loyola Gumilla de Puerto Ordaz.

Quien desde 1985 entregó su vida a esta creciente región, aportando su granito de arena en favor de la alfabetización de la juventud obrera.

Entre lágrimas y cantos, amigos, conocidos y compañeros de trabajo de Eizaguirre agradecen a Dios la vida de servidor en nuestra tierra.

Monseñor Helizandro Terán fue el encargado de presidir la ceremonia eucarística y fúnebre de este sacerdote.

Durante sus palabras el Obispo guayanés se solidarizó con los Jesuitas y con toda Guayana al tiempo que agradeció a Sabino por el trabajo en estas tierras, “Gracias Dios por el don que nos diste”  añadió Terán.

“Hoy perdemos un amigo pero ganamos un intercesor”

Por su parte el padre Rafael Garrido, provincial de los Jesuita en Venezuela durante su participación en la homilía destacó labor que este hombre hizo en favor de la educación. “Sabino tenía la convicción que llevando la buena noticia del evangelio, se podía construir comunidades cristiana consistente”, acotó

Asimismo Garrido, insistió esa preferencia y preocupación del padre Sabino en favor de acompañar a las comunidades que están dando camino de evangelización.

De igual manera el provincial Jesuita citó las ultima palabras de Eizaguirre “Muero feliz, hasta esta última celebración la viví con alegría”, para destacar esa conciencia de Dios en su vida.

Oración, sacrificio y compromiso

Inés Linconti, joven de la vicaría de la InmaculadaConcepción (ubicada en el sector rural El Pao)lo definió como un hombre de Dios y de mucho compromiso, también subrayó la cercanía de este sacerdote con los más pobres y  solidaridad por ellos, “Hablar con sabinoera realmente encanto” añadió

“Dios encontró a Sabino digno de  si” aseveró Garrido