La evangelización de Europa, intención misionera del Papa para noviembre

«Continuo encuentro entre el cielo y la tierra»

«Que Europa redescubra su vocación de contribuir a la unidad de todos»

Europa está llamada a reflexionar y a preguntarse si su inmenso patrimonio, permeado de cristianismo, pertenece a un museo o, sin embargo, es todavía capaz de inspirar la cultura y donar sus tesoros a toda la humanidad

(OMP).- Para que los pueblos de Europa redescubran la belleza, la bondad y la verdad del Evangelio que dan alegría y esperanza a la vida. Esta es la intención misionera o por la evangelización que propone el Papa Francisco para el mes de noviembre.

Precisamente, este año, el 2 de julio, se reunían en la plaza Stachus de Múnich, Alemania representantes de comunidades cristianas de diferentes países de Europa, obispos, jóvenes y grupos musicales. Fue la manifestación «Juntos por Europa». El Papa les envió un mensaje sobre la fe y Europa:

«Europa está llamada a reflexionar y a preguntarse si su inmenso patrimonio, permeado de cristianismo, pertenece a un museo o, sin embargo, es todavía capaz de inspirar la cultura y donar sus tesoros a toda la humanidad», decía el Papa.

«La historia de Europa es la de un continuo encuentro entre el cielo y la tierra: el cielo indica la apertura a lo trascendente, a Dios, que siempre ha distinguido al hombre europeo; y la tierra representa su capacidad práctica y concreta de afrontar situaciones y problemas».

El Papa alababa que tuvieran como objetivo claro «traducir los valores esenciales del cristianismo en respuesta concreta a los desafíos de un continente en crisis». Les recordaba que «Dios siempre trae novedad», por lo que todos estamos «llamados a mostrar su novedad en la vida y hacer florecer así los frutos del Evangelio, frutos nacidos de las raíces cristianas, que desde hace 2000 años nutren Europa».

Y terminaba el Papa Francisco: «En la Europa de las naciones, vosotros dais testimonio de que somos hijos del único Padre y hermanos y hermanas entre nosotros. Sois una semilla preciosa de esperanza, para que Europa redescubra su vocación de contribuir a la unidad de todos».