EVANGELIO DEL DÍA LUNES 11 DE JUNIO DEL 2018

  Mateo 5, 1-12:“En aquel tiempo cuando Jesús, vio a la muchedumbre, subió al monte. Se sentó y sus discípulos se reunieron a su alrededor. Entonces comenzó a hablar y les enseñaba diciendo: «Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Felices los que lloran, porque recibirán consuelo. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia. Felices los de corazón limpio, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes”.

  Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

La Iglesia Universal celebra hoy la fiesta entre otros Santos, en honor a San Bernabé Apóstol. No se encuentra entre los doce elegidos por Jesucristo, pero probablemente fue uno de los setenta discípulos mencionados en el Evangelio. Bernabé es considerado apóstol por los primeros Padres de la Iglesia y también por San Lucas por la misión especial que le confió el Espíritu Santo.

Por su parte la liturgia diaria nos invita a meditar el Evangelio de Jesucristo según San Mateocapítulo 5, verso 1al12. En el que nuestro Señor Jesucristo, expone a sus discípulos y a la muchedumbre congregada alrededor de Él, todo su plan salvífico para la humanidad.Mateo presenta a JESÚS como el Maestro que da a Israel y a la humanidad entera, la nueva y definitiva Ley.

Ya no es el pueblo de las doce tribus con su tierra, su lengua, sus fronteras y sus ambiciones nacionales, sino que es el pueblo de aquellos que Dios buscará en medio de todas las naciones. ¿Y quiénes son esos elegidos que deben considerarse muy felices por tal llamado? Son los pobres, los que lloran, los que muchas veces se han visto tentados de maldecir de su suerte, de sus culpas y de sus propias contradicciones.Por eso, Jesús nos dice que ha empezado una nueva era: Dios está en medio de nosotros y su Reino está ya a disposición de aquellos que tienen puro el corazón, es decir, que han purificado sus deseos: verán a Dios. Felices… los perseguidos. Mateo, igual que Lucas se explaya más sobre este último punto pues, estemos donde estemos, no podremos vivir el Evangelio sin sufrir persecución

Dios ha creado al ser humano para que sea plenamente feliz. Por eso JESÚS nos indica cual es el camino para llegar a lo máximo de la felicidad; es decir a la dicha y a la bienaventuranza eterna. Mediante las bienaventuranzas nos indica la razón por la que debemos estar, felices y alegres. Allí, ocupando un lugar central Él mismo afirma: “Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia”. Se entiende así que la misericordia es el camino y la meta de la felicidad. Es el camino porque de acuerdo a las Palabras de JESÚS esta es una característica imprescindible para el cristiano.

De allí que todos estemos llamados a vivir a plenitud, con nuestro testimonio de vida, nuestro compromiso cristiano de ser útiles para cada una de las necesidades que se les presenten a nuestros semejantes, convertirnos en instrumentos de la ternura de DIOS, y poder llegar así a la meta ser misericordiosos como Nuestro Padre Celestial.

JESÚS, Maestro, conviértenos en mensajeros de Tu Compasión, para que podamos disfrutar de la vida plena y sin fin que nos ofreces, junto a todos aquellos que nos perciben como instrumentos de la Misericordia de Dios. Amen.