
Juan 17,1-11 a: “En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti.»
Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.
La Iglesia universal celebra hoy la fiesta entre otros santos, en honor a Santa Frida, Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón nació el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, México, de padre alemán y madre mexicana, y desde la niñez su existencia fue un calvario.En 1928 conoció a Diego Rivera, el más importante de los muralistas mexicanos, es la patrona de Artesano y Artista
Y la liturgia del día nos presenta el Evangelio de Jesucristo, según San Juan capítulo 17, verso1al verso11a,en el quese destaca, los que muchos expertos llaman la Oración sacerdotal, en la que Cristo, antes de morir, ofrece en sacrificio su propia vida; y se convierte en Sacerdote y Víctima Al mismo tiempo. La palabra santificar tenía entonces dos usos: el sacerdote se santificaba, o sea, se preparaba para ser digno de ofrecer el sacrificio, y también santificaba es decir hacía santa,a la víctima al sacrificarla.
En esta oración JESÚS ruega por los suyos y por todos los que se le juntarán viniendo de todas las naciones, para que sean el Nuevo Pueblo Santo, o sea, un Pueblo consagrado a DIOS en la Verdad. Pues Él va a derramar sobre todos los creyentesel Espíritu de la verdad que había sido prometido a Israel, y que producto de su dureza de corazón se ha quedado rezagado de la Gracia, y este Espíritu instruirá interiormente, a todos aquellos que decidan honrarSu Nombre, es decir, guárdalos en la irradiación de Su propia Santidad.
La larga despedida de JESÚS continúa, y por eso es que, a lo largo de los últimos días, hemos ido viendo cómo JESÚS, a la vez que se define a sí Mismo, concreta su relación con el Padre, y prepara el camino a sus discípulos, subrayando la continuidad que hay entre Él y la Iglesia que comienza sus andanzas.Se ve claramente que,es este el momento en que Cristo ruega por Su Iglesia, a la que encarga su propia misión. Y el deber principal de la Iglesia será entonces el de dar a conocer a DIOS, a todos los seres humanos dispersos por el mundo.
Al confrontarnos con el texto vemos que, la palabra conocer es repetida varias veces, como prueba de que este conocimiento está en el centro de la oración de JESÚS, por cada uno de nosotros. Y es que, el Maestro, quiere que cada uno de los suyos conozca a DIOS. Esto exige interiorización de la palabra de DIOS, oración perseverante, celebraciones comunitarias. Y para eso tendremos la ayuda del “Espíritu Santo, del que vienen los dones de conocimiento y de sabiduría” (Col 1,9).
Y esa fortaleza y sabiduría que Cristo nos da, es precisamente para que descubramos la importancia de estar unidos. Él pidió que su Iglesia fuera una, es decir, que fuera señal de unidad en un mundo desunido. No basta con que se predique a Cristo: es necesario que todos vean en medio de ellos la Iglesia única y unida, Iglesia católica, es decir, universal, donde ninguno se sienta extraño. Iglesia unida, por un mismo Espíritu y por la unión visible de sus miembros.
Por eso es que, el ecumenismo, o sea, el esfuerzo de acercamiento y de reconciliación de todas las Iglesias cristianas, nos exige también que superemos las pequeñas barreras que nos separan y que juntos busquemos conocer a DIOS en la Verdad. Porque, no hay otro camino para que se realice la unidad de los cristianos como Cristo la quiere, y por los medios que Él quiere. Y estando unidos podamos superar con mucha facilidad cada uno de los problemas y las tribulaciones que se nos presenten, tanto personal, como comunitariamente.
Señor JESÚS, te damos gracias, por revelarnos continuamente Tu Santo Nombre único y verdadero, Ayúdanos a mantenernos unidos a Ti y de esta manera el mundo pueda ver en nuestro testimonio de unidad y de servicio la grandeza de Tu AMOR por la humanidad. Amen.
