EVANGELIO DEL DIA SABADO 31 DE OCTUBRE 2015

LUCAS 14,1. 7-11: “Un sábado Jesús fue a comer a la casa de uno de los fariseos más importantes, y ellos lo observaban. Jesús notó que los invitados trataban de ocupar los puestos de honor, por lo que les dio esta lección: «Cuando alguien te invite a un banquete de bodas, no escojas el mejor lugar. Puede ocurrir que haya sido invitado otro más importante que tú,  y el que los invitó a los dos venga y te diga: Deja tu lugar a esta persona. Y con gran vergüenza tendrás que ir a ocupar el último lugar. Al contrario, cuando te inviten, ponte en el último lugar y así, cuando llegue el que te invitó, te dirá: Amigo, ven más arriba. Esto será un gran honor para ti ante los demás invitados. Porque el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado.»

Comentarios, por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

Jesús sabe ser irónico con los fariseos. No les dice nada, pero con la parábola les da a entender mucho. Por eso es necesario que hoy invoquemos la presencia del Espíritu Santo, para confrontar el texto y ver lo que Jesús nos dice a nosotros.

En Venezuela, aun cuando muchas tradiciones y valores han quedado en el olvido, tenemos un referencial de normas de urbanidad conocido como el manual del  Carreño. Pero esta lección que nos da Jesús, no es una simple norma de urbanidad, sino un llamado a asumir con entereza, nuestra condición de cristianos.

Es la exigencia fundamental para participar en el banquete del Reino, superando la autosuficiencia, la vanagloria, y  el orgullo. Porque la verdadera gloria es la que se recibe de Dios y no la de los hombres. Los que se glorifican así mismo en cambio, solo terminarán recibiendo humillaciones. Ya que no son los méritos humanos los que nos hacen obtener un puesto en la mesa de la comunión con Dios, sino su amor infinito.

Con la enseñanza recibida, expresemos con suma humildad: ¡danos Señor, la sencillez del niño que sabe esperar para recibir y líbranos del orgullo y la autosuficiencia! Amén.